P. Juan Cocchi (1813-1895)
Nacido el 2 de julio de 1813 de José y Dominga Villa, perdió a su padre cuando tenía 17 años, y habitó con su madre en una humilde residencia del barrio de la Anunziata de Turín. Un día que mendigaba en la casa cural para llevar algún recurso a su mamá, en un momento de emergencia económica, tuvo la primera inspiración de seguir el sacerdocio.En 1836 fue ordenado sacerdote y un año después quedó doblemente huérfano. Su vida, entonces, fue sólo de la gente más necesitada y, sobre todo, de los niños y de los enfermos. Fundó un original Oratorio en Vanchiglia en 1840.
Tuvo graves dificultades en el período revolucionario del 1848 al 49. Don Bosco asumió en este año el Oratorio del Santo Angel, fundado por él, mientras el Padre Cocchi se unía a Leonardo Murialdo para emprender ese mismo año la fundación de la obra de “Los Artesanitos”, orientada a acoger en un hogar y a dar capacitación en el trabajo a los muchachos más pobres, desocupados y callejeros de Turín.
Del 1852 al 54 volvió sobre la idea oratoriana y creó uno en San Martín, en los Molinos del Dora; luego abrió en Moncucco una Escuela Agrícola con 55 alumnos, siempre de extracción social baja y campesina. Del 1868 al 1877 la Escuela de Moncucco entró en crisis. Una vez cerrada ésta, abrió la de Rívoli el 16 de mayo del año siguiente.
Entre tanto, siempre “impaciente” por el celo de su sacerdocio ante las múltiples urgencias de los jóvenes, se comprometió en la creación del Reformatorio de Chieri. Lo hizo en los locales que habían pertenecido al convento de lo padres dominicos, ya propiedad municipal. En 1869 los jóvenes asistidos pasaban de cien. También el gobierno puso en manos de Juan Cocchi la casa que esos mismos religiosos tenían en Boscomarengo para una institución similiar. Aquí vivieron también algunos de los adolescentes de otras correccionales, como los de la General de Turín, que necesitaban una educación especial. En 1875 eran cerca de 400.
Entretanto se seguía consolidando en la capital piamontesa la Obra para los Artesanitos, que con Leonardo Murialdo y Pedro Brizzi había sido ya ubicada en un edificio propio, en la calle Palestro. Las colonias y los reformatorios tuvieron graves problemas. Todas estas obras se fueron cerrando y Don Cocchi, que había gastado todo su celo sacerdotal en ellas, tuvo que irlas dejando.
Ya a los 70 años pasó al Santuario de la Paz en Albissola, que había sido de los franciscanos. Allí se palpó de nuevo no sólo el ardor espiritual de su piedad mariana, sino la preocupación pastoral por los niños, a los cuales preparó en un terreno adjunto al santuario un colegio agrícola, que se mantuvo siempre con grandes estrecheces financieras.
A los 75 años vino a buscarlo, a Albissola, el Obispo de Catanzaro, antiguo amigo suyo, benedictino de Peruggia, y se lo llevó consigo como rector de su Seminario, que encaminó con “orden, piedad y disciplina”. Cocchi asumió este cargo en 1889. Estuvo hasta el 92 en Catanzzaro, y enfermo, volvió para morir con sus Artesanitos de Turín.
Su testamento no incluía bien material alguno de especial valor económico. Lo poquísimo de uso personal quedó todo para sus pequeños aprendices. Pero, su herencia, en verdad, era la huella singular que su sacerdocio había dejado en los muchachos pobres, sacerdocio que él había fraguado a semejanza del de Cristo y que había vivido con particular apasionamiento, pero, también, con la inconstancia propia de típico temperamento personal.
El 25 de marzo de 1886 celebró sus bodas de oro sacerdotales rodeado de una gran familia espiritual de discípulos y amigos. Su vida había transcurrido humildemente bajo esta consigna:“Taciamo e facciamo”, eso es lo importante: trabajar calladamente, siempre, y sin cansarse!
En su tumba dejaron los discípulos escrita esta bella frase: “Aquí reposa un padre inolvidable”.
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BIBLIOGRAFÍA
- Eugenio Reffo, “Don Cocchi e i suoi Artigianelli”, Tip. Artigianelli, Torino, 157.
Marquesa de Barolo (1786-1864)
Giulia Viturina Francesca Colbert de Maulévier (26/ 6/1786-6/1/1864).
Nacida en Vadea. A los 18 años, dama de la corte napoleónica. Se casa en París el 8 de agosto de 1807 con el marqués Carlos Tancredi Falletti de Barolo, turinés (2,10, 1782-4,9, 1838). Los Falletti eran dueños desde la Edad Media de los feudos piamonteses de Barolo y de La Morra. Familia de militares, caballeros y diplomáticos. En Turín vivían en el Palacio que había sido de los Provana de Druent, en la calle de las huérfanas.Su actividad de pastoral social es muy extensa y variada.
Abre una escuela para niñas pobres en Borgo Dora (1820) y trae de Francia a las Hermanas de S. José para atenderlas en 1821; presenta al Gobierno y comienza un proyecto de reforma de las cárceles turinesas el 10 de enero de ese mismo año; crea el Refugio, bajo el patrocinio de María refugium peccatorum, para adolescentes en peligro, en Valdocco entre 1822 y 1823. También en 1823 trae de Francia a las Damas del sagrado Corazón para proveer a la educación cristiana de las jóvenes de la nobleza y de alta burguesía.
En 1825 en su propio palacio se abre un Asilo para hijos de la gente pobre que llega a acoger a 200 niños.
En 1833 funda el Instituto de las Heermanas Penitentes de María Magdalena, hoy denominadas Hijas del Buen Pastor; en 1834, Las Hermanas de Santa Ana y la Providencia.
En 1835 durante la epidemia de cólera los esposos se prodigan en forma ejemplar para atender a los enfermos. El 4 de septiembre de 1838, en Chiri(Brescia)muere Carlos Tancredi.
Del 1838 al 40 la Marquesa financia la fundación de una Escuela Católica en Pinerolo en donde arrecia la propaganda Valdense.
En 1839 lleva a cabo las diligencias para la fundación de un Monasterio de Adoratrices en Turín.
1840, trasladadas a su nueva casa en la calle de la Consolata las Hermanas de Sta. Ana abren Colegio y escuela.
1841. También delante al nuevo monasterio, las Hermanas de Sta. Ma.Magdalena atienden una nueva obra de la Marquesa para que niñas en grave peligro sean educadas gratuitamente.
10 de agosto de 1845 se inaugura el Hospitalito de Sta. Filomena. En 1846 construye al lado de la casa de las Hermanas de Sta.Ana una casa para 30 niñas huérfanas, llamadas las “julietas’. De ese mismo año al 1847 organiza en su propio palacio la obra de las “Familias Obreras”.
1847, fundación de una obra de caridad en Lugo, en 1849 un Asilo para niñas en Castelfilardo. En 1854, en Cremona., y en 1857, junto al Hospitalito abre un taller llamado de S. José para capacitación de niñas pobres.
En 1862 comienza la construcción de la Iglesia de Sta. Julia y el Oratorio en Vanciglia.
El 5 de noviembre de 1832 había llamado a su palacio como secretario personal al distinguido hombre de letras y político, Silvio Pellico que morirá en 1854.
La Marquesa enferma gravemente en octubre de 1863 y muere el 19 de enero de 1864. Después de su fallecimiento, la Fundación de Caridad constituida por ella abre en el 1875, por disposición testamentaria suya, un colegio para niñas de escasos recursos económicos, con instrucción humanística y técnica.
Desde el 19 de enero de 1899 sus restos están en la Iglesia de Santa Julia.
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BIBLIOGRAFÍA
- AVE TAGO, “Giulia Colbert, Marquesa de Barolo”, Congregazione delle Figlie di Gesù Buon Pastore, Milano,1994. BCSR. 271. 700, TAG.
- Cristina SICCARDI, “Giulia dei poveri e dei Re. La straordinaria vita della Marchesa di Barolo”, Bribaudi Ed. Marese, 1992.
Mons. Luis Fransoni (1789-1862)
Hijo de Domingo y Bettina Carrega, familia perteneciente a la nobleza de Génova, que había sufrido el asedio de las fuerzas revolucionarias de Francia. Fue ordenado sacerdote el 11 de diciembre de 1814, nombrado obispo de Fossano en 1821 y transferido de la diócesis de Fossano a Turín el 24 de febrero de 1832. Tomó posesión de la Arquidiócesis el 1º de abril siguiente.
Temperamento intransigente y enérgico, más inclinado a mandar que a persuadir. Sus divergencias con los sectores liberales comenzaron cuando, contra su parecer, se introdujo en Turín la Escuela de Magisterio, orientada por el piamontés Ferrante Aporti en 1844. Una vez politizados en un sentido democrático y unitario parte del clero y de los jóvenes seminaristas, cerró el Seminario en febrero de 1848. Acérrimo enemigo de las sucesivas reformas del gobierno laico, se vio obligado a un “voluntario” exilio en Ginebra el 29 de marzo del 1849. Las dificultades se habían agudizado cuando el obispo no quiso celebrar la Eucaristía y cantar el Te Deum en la iglesia de La Gran Madre de Dios el 27 de febrero para celebrar ya la próxima aprobación del Estatuto, o Constitución del Estado.
En febrero de 1850 pudo volver a su sede arzobispal después de múltiples peticiones para que regresara. Ese año las cosas se exasperaron en el campo político por la aprobación de la Ley de José Siccardi; el rey la sancionó el 9 de abril. Reafirmaba la igualdad de derechos ciudadanos, quitaba a la Iglesia toda clase de privilegios.
El 18 del mismo mes envió una circular secreta a sus párrocos llamándolos a la desobediencia civil. Descubierto el documento, fue llamado al tribunal, y no habiéndose presentado, fue arrestado el 4 de mayo y trasladado a la Ciudadela Militar. El 23 de ese mismo mes es condenado a un mes de cárcel y a una multa de 500 liras acusado por abierta rebeldía al Estado. Don Bosco y sus muchachos van a visitarlo entre las muchas personas que lo hacen en forma solidaria.
Los asuntos se complican: Pedro De Rossi di Santa Rosa, ministro de agricultura está moribundo y pide los últimos sacramentos que no se le puede administrar si, como lo ha ordenado el arzobispo, no se retracta de su participación en la aprobación de la ley Siccardi. Muere así el 5 de agosto. El pueblo se enfurece. Fransoni no acepta renunciar a su cargo eclesiástico cuando el Ministro de Guerra, Alfonso La Mármora se lo exige en nombre del Gobierno. El 7 de agosto es recluido en el fuerte de Fenestrelle, y los padres Servitas, que atendían al enfermo, expulsados de Turín.
Varias instituciones de la Iglesia son atacadas, y es amenazado el mismo Oratorio de Don Bosco. El 28 de septiembre Monseñor es expulsado del Estado Sardo Piamiontés y se radica en Lyon hasta su muerte. Desde allí gobernará los 16 años restantes. Entre los años 1858 y 1859 Don Bosco aceptará ser mediador entre la Curia Romana y el Reino de Cerdeña sin lograrse una solución satisfactoria.El golpe decisivo que endureció definitivamente la posición del arzobispo, fue la supresión de órdenes y congregaciones religiosas por medio de la ley Rattazzi-Cavour de 1855 y la expulsión de los Jesuitas y de las damas del Sagrado Corazón de Turín.
Supo secundar y promover obras de gran incidencia pastoral, como las del Canónigo José Benito Cottolengo, el Convitto Ecclesiástico, el proyecto oratoriano de Don Bosco. Su cuidadosa visita a las 350 parroquias de su diócesis entre 1837 y 1847, y haber creado en la Capital múltiples parroquias respondiendo a la gran expansión urbana, le granjeó una gran aceptación. Los restos del arzobispo fueron trasladados a Turín, a su Catedral, y enterrados en ella el 21 de septiembre de 1901.
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BIBLIOGRAFÍA
- Maria Franca MELLANO, “Il Caso Fransoni e la politica piemontese(1848-1850). Pontificia Università Gregoriana, Roma, 1964.BCSR. 710.02.MEL.
- José TUNINETTI y Gianluca D’Antino, “Il cardinal Domenico Della Rovere. costruttore della cattedrale, e gli arcivescovi di Torino dal 1815 al 2000”. Effata Editrice, Torino, 2000.BCSR. 710.02.VAR.
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